domingo, 17 de abril de 2016

Los Altos del Gorgues, Enero de 2016

Cudia Tahar y Los Altos del Gorgues, Enero de 2016

Mi compadre, Juan Carlos, tiene un lema, “Que somos” el, africanista aficionado como yo, tiene dos virtudes, tozudez y constancia, llevábamos tiempo con intención de subir juntos a  Cudia Tahar, el, también es un forofo de todo lo marroquí, aprovechando la salida, decidimos que era una buena ocasión para en la misma jornada hacer una visita al Jebel Gorgues y a las dos antiguas posiciones militares que tuvieron allí instalado el ejercito de África durante la guerra y el protectorado.
A nuestra llegada a Tetuán, apreciamos como una densa niebla ocupaba toda la sierra, en otras dos ocasiones, mi subida se vio frustrada por este fenómeno. El viento de levante cargado de humedad suele acumular una buena cantidad de niebla que impide una mediana visibilidad en estas montañas, no permitiendo el disfrute de sus vistas y calándote hasta los huesos.

Después de un buen café, en el cruce de Oued Lau, vimos como comenzaba el calor del dia a despejar en lo posible el lugar.
Tomando el cruce desde la nueva estación de autobuses, con dirección hacia Torreta, nos vamos dirigiendo hacia Ain Bouanen, la pista que hace unos años fue asfaltada y estaba en un perfecto estado para acceder a la montaña, se ha derruido por completo, volviendo a su estado anterior, pista pura y dura.
Llegamos hasta Dar El Ghazi, que es el primer pueblo que te encuentras en la pista y allí dejamos nuestro coche.

Partiendo desde aquí, continuamos a pie, después de 2.5 km, encontramos un desvío a la derecha, que nos llevaría dirección a Dar Raid, pero 50 metro después del cruce, casi hay que adivinar un sendero a mano derecha con una subida pausada que es Cudia Tahar, el sendero se convierte en camino y el camino en calzada de carretas, como pongo en mi entrada anterior haciendo mención a este mismo lugar.

 Desde la posición de Cudia Tahar y para evitar la vuelta,  decidimos bajar en picado con dirección de nuevo hacia la pista, bajamos y después nos desviamos siguiendo el curso de un arroyo que nos acerca a la pista que accede al Aduar de Assaden, esta pista comienza desde la pista principal y prácticamente opuesta, está la pista que se dirige al Aduar de Tazarine, una suave subida nos permitirá divisar el Jebel Gorgues, siguiendo la pista unos 1.700 m, conforme te vas acercando, puedes apreciar que no hay camino delimitado como tal, que todo es un pequeño laberinto de senderos practicados por el ganado para llegar a las alturas. Se hace un poco tortuoso, frecuentemente tienes que rectificar y retomar la dirección que te acompañe a la cumbre.











Al contrario que en la posición de Cudia Tahar, aquí no se aprecian marcas o restos de algún tipo de calzada que subiera a las dos posiciones que encontramos en la cima. Se entiende que en los años 20 y 30, el suministro a estas posiciones se efectuaba por medio de mulas, de bestias de carga, probablemente ninguna carreta o auto subió nunca a estas posiciones.
Nuestra llegada a la cima, se efectúa pasada la posición más al sur y casi a mitad de camino entre las dos posiciones. Decidimos acercarnos primero a la posición norte.
Toda la cima es un enorme empedrado, tuvo que ser un trabajo muy duro la construcción de estas dos posiciones.
Posición A, Totalmente en ruina, solo quedan en pie muros y estructuras de lo que un día fue una posición con capacidad para un buen número de hombres y bestias, con unos veinte metros de ancho por cuarenta de largo, todo delimitado por un supuesto muro del que solo queda en pie pocos largos de fragmentos en su interior podemos aun apreciar donde estaban los puestos de vigilancia, las mejores estancias, lo que podría haber sido despensa o cocina, cuadra, patio, pozo y puesto avanzado de vigilancia.
Desde aquí las vistas del valle del rio Marti, Jebel Dersa, sierra del Haous y Tetuán son espectaculares, verdaderamente es un lugar estratégico. Lástima que la bruma no nos permitiera tener buenas fotos.
Desde aquí, recorremos los aproximados quinientos metros que nos separan de la posición sur, esta con las mismas medidas y estructura, un muro y estancias interiores, esta mira hacia dos vaguadas, la que nos viene desde el Aduar de Tazarine en su margen izquierda y el arroyo que baja con dirección a Ain Bouanen dos caminos naturales hacia Tetuan, de ahí su posición estratégica para aquellos tiempos. Esta también permite divisar la posición de Cudia Tahar de forma que las tres controlaban la bajada desde la montaña, Beni Hassan y Beni Hozmar.
Posición B, En esta posición, pudimos apreciar como habían sido construidas, como primero fueron sacos terreros que con el tiempo se han petrificado y como tanta materia prima en la cima, piedras de todos los tipos y tamaños, permitirían la construcción con este material. De todas formas me continúa intrigando como podrían ser provistas del resto de materias necesarias, debió de ser un trabajo hercúleo subir toda clase de material, munición, comida, agua, etc. No hemos sido capaces de encontrar por donde discurría el camino original, igual nunca existió.




Decidimos desde aquí bajar en picado y después de estudiar un poco el terreno comenzamos a bajar, hay que llevar un calzado apropiado, mucha piedra suelta y desnivel pronunciado te puede complicar la vida. Llegando casi al fondo del barranco, las tierras empiezan a estar preparadas para su cultivo, acotado los terrenos y los labriegos arándolas en espera de las lluvias, que este año han sido escasas en otoño. Nos comentaron que no quedaba más remedio que prepararlas pero que no tenía muy buen color esta sequía. Todas las partes bajas de estas montañas son cultivadas, allá donde las piedras lo permitan, se instala el arado que dará paso a la cosecha, en su mayoría trigo y garbanzo.
En el fondo de la vaguada, encontramos un antiguo y pequeña calera, de utilización local es bastante pequeña para las que se pueden ver en Jebala. Esta está prácticamente destruida y denota que en otro tiempo tuvo un importante papel. Desde ella, parte un sendero en subida que nos va desplazando hacia el norte y que nos llevaría hasta la parte alta de la montaña donde traspone con dirección a Dar Ghazi, tuvimos unas vistas espectaculares del Jeble Haous con sus picos que solo se aprecian desde aquí.
El resto fue un paseo, que nos dejó a escasos metros de nuestro coche y donde terminaba nuestro periplo.
Después nos fuimos a comer a Tetuan, pago mi compadre.



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