Cudia Tahar
Mercedes Gonzalez Filloy, mi abuela, siempre lo he dicho,
fue quien fomento en mí la afición por la historia de Marruecos y del
protectorado en particular, recuerdo sus comentarios sobre la guerra de África de
los años 20, sus historias sobre el hospital de la actual plaza de los Reyes, muy
cercano a su casa. La llegada de los convoyes desde el frente, los heridos, los
muertos, el miedo en la ciudad. Lugares donde ocurrieron hechos heroicos, Dar
Accoba, Sumata, Beni Arous, Cobba Darsa, nombres de personajes de uno y otro
bando Jeriro, Ramon Cava, El Mudden, Dionisio Martinez.
Poco a poco todo esto esta olvidado, lamentablemente son
pocos en ambos países los conocedores de hechos y nombres.
Un día me decidí a encontrar Cudia Tahar, se lo comente a
Eva, como ella dice “mi pareja” mujer todo terreno para estos menesteres y nos
pusimos en marcha.
Esta posición a unos 12 kilómetros de Tetuán
era estratégica para la defensa de esta ciudad, el 3 de septiembre de 1925 a las 05.50 de la
mañana las tropas de Abdelkrin la atacan con intención de dejar libre el paso y
poder asediar Tetuán. Estaba dotada con una guarnición de 120 hombres del
cuerpo de Ingenieros, la mayoría 104, morirán en el asedio que durara 10 días,
las tropas atacantes sufrirán también un número muy elevado de bajas de la
misma forma las tropas que acudieron a su axilio.
Estudiada su ubicación, comenzamos a subir por la carretera
que parte desde la estación de autobús de Tetuán, yo, había pasado muy cerca
del lugar en muchas ocasiones pues he subido en varias ocasiones a las antenas
de Tetuán (Dar Jarjor, Zaitoune). Lo que es Dar Ghazi, siempre me fue muy
familiar, el pueblecito es de los últimos que conservaron unas construcciones
mas antiguas de lo normal y según los historiadores, lugar de nacimiento de
Ahmed Ben Mohamed “El Jeriro” que comandaba las tropas atacantes.
Algo mas arriba, tuvimos que preguntar, un lugareño,
autentico, con su Chilaba parda corta,
belgas y pies desnudos y cabeza tocada por el turbante en este caso de
color azafran, nos ayuda a despejar dudas acompañándonos un tramo.
Llegamos a un pequeño terruño a la derecha que daba la
sensación de ser un desvío, un desmonte denotaba un cambio de nivel, si no te
paras a estudiar un poco el terreno no lo aprecias, pero si, es un desvío. De
el y entre unos huertos limitados con una muralla formada por piedras, se puede
apreciar una antigua pista, es mas un camino de carretas. La seguimos y andando
sobre ella podemos apreciar casi un adoquinado, zigzaguea un poco cambiando de
orientación y subiendo levemente al promontorio, esto es Cudia Tahar, las
vistas comienzan a ser extraordinarias, podemos dirigir la mirada hacia todas
partes, al norte la subida desde Tetuán, al nordeste la posición del Borg, al
este la zona que entre montañas baja hacia la costa de Azla al sur Beni Hassan
con sus agrestes montañas al oeste el valle de Beni Hosmar y las montañas de
Bouhachen y Jebel Alam, casi debajo nuestra, Ben Karich y la carretera de
Chefchaouen. El terreno es muy pedregoso, mucha roca suelta que incluso
dificulta el andar. Continuando, nos vamos acercando a lo que queda de una
construcción, supongo que posterior al ataque, el camino se acerca acompañada
de un parapeto desemboca en lo que seria la entrada principal, que esta en la parte que mira al norte y al aduar de Assaden, la posición tiene forma de botella, con unos y 50
metros de largo por 25 de ancho orientada este - oeste,
en su cara sur
tiene tres puestos de tiradores, puede que para ametralladoras,
en la parte oeste un pequeño castillete mas reforzado, en todo su perímetro una
doble muralla con ventanas defensivas. A unos 20 metros un puesto
avanzado en forma de garita. Su interior no da pistas de cómo fue su
habitabilidad. El lugar es bastante inhóspito y debía ser muy dura la vida de
sus moradores.
Me da pena su estado, creo que podía ser limpiada y conservadas
sus ruinas, primero por que es parte de la historia de nuestros dos países y
segundo para que nos recuerde que nunca se deben de repetir los hechos que aquí
ocurrieron.
En recuerdo
de todas las personas que sufrieron aquella guerra.