miércoles, 23 de noviembre de 2011

Tazrout

Tazrout
Sebastián Salvatierra López


Este lugar enclavado en las faldas del yebel Kareha, es la imagen viva de los aduares de principios del siglo pasado, donde habitaba una poderosa familia feudal que podía o no reconocer al gobierno central, estas tierras se denominaban a si misma Blad El Siba o tierra libre, su líder, gobernaba la zona en un régimen totalitario e impartía justicia, solía ser una persona poderosa en riquezas, armas, descendientes de nobles,  los habitantes por el gobernados le rendían tributo, pagaban impuestos por su protección, solicitando de el la baraca o bendición , este es el caso del valle de Beni Arous, los arosis estaban divididos en varias facciones, la mas poderosa era la que desde Tazrout, gobernaba su líder, El Cherif Raisuni.




Tazrout, rodeada casi en su totalidad por bosques y protegida estratégicamente por las montañas y la naturaleza, se convirtió durante mucho tiempo en un lugar inexpugnable, afortunadamente cuando fue conquistada nunca fue totalmente arrasada.
La bajada desde el Yebel Alan y en lo más frondoso del bosque, aun conserva una buena parte de adoquinado, originalmente ubicado para facilitar el paso de carruajes.
Al llegar al aduar podemos observar que ha crecido bastante, las viviendas suelen ser cuadriláteros con un patio central, techos a dos aguas de metal y encaladas de blanco o celeste.
En el centro volvemos a encontrar el adoquinado y las murallas que rodean el palacio fortaleza, incluso podemos observar en ellas las huellas que dejaron las distintas batallas en ellas acontecidas, si la seguimos hacia el oeste, llegaremos a la residencia del señor del Yebala, encontramos la puerta principal o Bab Mexuar, donde su guardia personal impedía la entrada a todos los que venían a solicitar algo a su señor y tenían que llegar a esperar días para que fueran recibidos, siendo muy tenido en cuenta el presente que obsequiarían y también el del Caid Mexuar persona encargada de la agenda del Cherif, control del palacio y del servicio de guardias. En este mismo lugar y cuando una facción enemiga quería solicitar el perdón o favores para una comunidad, era donde se solía sacrificar el mejor animal como señal de pleitesía, algunas veces llegaron a ser muchos animales en un solo día.
Franqueada la entrada podemos ver al frente un huerto que fue una especie de despensa y caprichos de sus habitantes, al fondo a la izquierda el cuerpo de guardia, muy deteriorado hoy en día, a sus pies una gran piedra tallada que fue testigo de cientos de encuentros y lugar donde se alojaron en jaimas, muchos invitados del Cherif.


Volvemos al palacio y lo primero que encontramos es un pasillo y a su izquierda un  recinto rectangular cerrado con arcos y verja de media altura que fue utilizado como lugar de reposo en el exterior y donde se celebraban las bodas de los mas allegados, al fondo la puerta que da a la sala principal, esta no es muy grande pero su decoración es digna de mención, la compone una cúpula sobre doce columnas cubiertas de azulejos multicolores rematada en la parte superior con una cubierta en madera labrada a mano y pintada con multitud de colores. El suelo esta lucido en forma de tablero de ajedrez  y en la parte derecha encontramos una fuente que servia de refresco, las ventanas y puertas del interior están rematadas con vidrieras de colores, podemos apreciara el grosor de sus muros por el cambio de temperatura que notamos en el interior.  Al fondo a la izquierda una pequeña estancia era el lugar de trabajo, donde un Al Faki (escribiente) recogía las instrucciones de su señor y se efectuaban las recepciones, se redactaba la correspondencia, etc. Al frente pasamos a dos salas que hoy están adecuadas con tarbas para el descanso pero que en su día fueron comedor y dormitorio, esta ultima comunicada con otras estancias que hoy no están disponibles pero que llevan a un balcón de madera en estilo andalusí mirando al interior de la zaouia.
Otra vez en el exterior del bab mexuar vemos un “al gonzar”,  manantial que fluye en la piedra y que mas adelante veremos otro aun mas grande, bajando el adoquinado. El primer edificio continuo al palacio es el santuario del, Sidi Abdella Bel Risul, descendiente del profeta y antepasado del señor del yebala, la sala, tiene forma rectangular y a la izquierda otra sala con  la tumba del santo, cubierta con un manto verde e inscripciones en árabe, el techo al igual que el palacio con cubiertas de madera labradas y pintadas, mas abajo la zaouia, lugar dedicado a la limosna bajo la protección del santo y donde los pobres y los perseguidos pueden refugiarse y serán alimentados durante su estancia. Tiene un patio central con el suelo de cantos rodados y un pozo al fondo, rodeada de soportales y puertas que dan a las habitaciones con no más que una colchoneta para dormir, toda encalada de blanco y los techos de tejas en color marrón, nos hace pensar en cualquier pueblo de las serranías andaluzas. Continuando la bajada, encontramos una bóveda en arco eran las caballerizas y unidas a estas llegamos al edificio mas lúgubre del lugar, la prisión, durante la hegemonía de Raisuni este encarcelo a su capricho a ciento de opositores, algunos durante años, era fácil que cuando salieran, si lo hacían con vida, que fueran marcados con algún tipo de mutilación, todo dependía  del delito visto en el o la cantidad que se podía obtener por su rescate.  Crueles anécdotas hablan por ejemplo del Hach Laalami que después de pasar casi cinco años en su interior y antes de obtener la liberta se le vaciaron las cuencas de los ojos por dos veces para asegurar su ceguera, este hombre sobrevivo a su ejecutor y era fácil encontrarlo en el zoko del Jemis de Beni Arous en época del protectorado contando su estancia en este presido, otro reo fue vendido con la condición de que su comprador lo ejecutara en la puerta y muchos desaparecidos que nunca mas se supo de ellos y nadie se atrevió a preguntar por su destino. Este lugar esta totalmente derruido, solo podemos ver sus paredes, frías, de ladrillo de adobe, probablemente una oscuridad total reinara en su interior como un sotano, pues se sabe que en la parte superior estaban las estancias de los askaris o soldados que los custodiaban.
Continuamos nuestro camino y el adoquinado tuerce a la izquierda, pasamos por una especie de jardín con árboles centenarios, alcornoques, quejigos y robles, algunos podrían ser anteriores a la época de nuestros comentarios, este lugar es un cementerio utilizado solo y exclusivamente para enterar a la familia Raisuni, el adoquinado gira a la derecha y al fondo podemos apreciar la mezquita junto a la madraza, esta es pequeña con un minarete de no mas de diez metros,  su sala de rezos esta edificada sobre arcos de media punta, algo no usual en esta región y algunos historiadores la clasifican como una antigua construcción portuguesa, contigua y en forma de L invertida la madraza, famosa en todo Marruecos por su enclave en estas montañas sagradas y llamada la Meca de los pobres, su construcción es austera con pequeñas aulas y habitaciones donde los tolba o iniciados pasan un tiempo de su vida recitando los versículos del Coran, adoctrinándose en sus deberes y recibiendo los sabios consejos de los Imanes y Ulemas de la zona, todo esta adornado con tejas de color verde y desde la parte superior del Al Minar tenemos una vista que nos transportara a tiempos pasados.
Desde aquí nuestro guía, que no es mas que el adoquinado, nos conduce hacia la parte alta, en línea recta nos lleva de nuevo a  las murallas del palacio, por el camino podemos apreciar un par de casas de la época del protectorado y que difieren del resto.






Tazarout, como hemos dicho esta enclavada entre montañas sus accesos no son fáciles se puede llegar a ella desde Beni Arous o desde Muley Abdeselan, incluso puede llegar a estar incomunicadas por las inclemencias del tiempo, pero se conserva como fue y esto es un patrimonio que debemos conservar, sus gentes son hospitalarias y es fácil encontrar cobijo en sus casas, lo que nos obliga a ser respetuosos con ellos y con el entorno que nos rodea. 

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